-Sinopsis-
En Medellín durante los años ochenta y noventa la gran mayoría de jóvenes carecían de oportunidades. El tiempo se malgastaba en las esquinas de los barrios convirtiéndose en presa fácil para las organizaciones criminales. Algunos, como el cantante y compositor Alex Oquendo, encontraron en el arte su salvación, y en la música su camino para denunciar la violencia. Fueron tiempos difíciles incluso para conseguir instrumentos y un garaje prestado que cumpliera la doble función de ensayadero y escenario; pero siguieron adelante y en 1988 sonaron las primeras notas de la agrupación Masacre. Con la rebeldía que brinda la juventud, Alex Oquendo, desafió la incomprensión de sus padres quienes no le veían futuro en la música, el rechazo de los vecinos por esos sonidos guturales y la desconfianza que generaba para las autoridades el atuendo negro de metalero. Si bien este es un género de nicho y sus canciones no están inspiradas para darle gusto a los sellos disqueros comerciales, nadie, aunque no se identifique con las canciones de “Masacre”, le puede negar a Alex Oquendo y a su agrupación musical, la coherencia que han tenido durante más de 35 años de trayectoria cantando a la muerte. Créditos:- ALEX OQUENDO. Vocalista y compositor “Masacre”